domingo, 24 de febrero de 2013

Malos tiempos

Los rigores del invierno se hacen notar en estas últimas semanas. Aquí en el norte, la sucesión de borrascas que vienen siendo la norma climática del mes de Febrero, están mermendo las reservas alimentarias de los vecinos de los bosques más altos de la cordillera Cantábrica. El aumento del contingente de aves de pequeño porte, se hace más patente, últimamente, en las tierras bajas de los valles y la rasa costera. En la localidad de Coraín, donde vivo, situada  a 100m sobre el nivel del mar, la presencia de especies acostumbradas a hábitats más elevados se ha hecho notar últimamente.  Años atrás, era inusual encontrar tanta concentración de Carboneros Palustres (Poecile palustris) y Garrapinos (Parus ater) como este invierno. Están siendo asiduos visitantes de los comederos que coloco en mi jardín. Al igual que trepadores y agatedores.  Los roquedos bajos del concejo de Cabrales reciben la visita estacional del Treparriscos( Tichodroma muraria), y enormes bandos de Chovas Piquigualdas(Pyrrhocorax graculus), dejan la crudeza de las cumbres para ramonear por los prados bajos.


Herrerillo Común (Cyanistes caeruleus)
 
Trepador azul (Sitta europaea)
 
 Amanecer en Corao Castiello en una "ventana" de claros entre dos borrascas.